Tatuajes que cualquier Introvertido amará
lunes, 29 de febrero de 2016
Nos gusta la quietud, el silencio, la soledad. Encontramos un profundo placer en el eco de nuestros pensamientos mientras divagamos. Gozamos perder la mirada en el caer de las hojas y sentir el agua que toca nuestros pies en la playa. De vez en cuando nos esforzamos por desentrañar aquellas voces que revolotean a nuestro alrededor, y que con insistencia llaman nuestra atención. No es que seamos tímidos, simplemente disfrutamos de nuestra compañía, pero también hay que decirlo, nos gusta torturarnos con el revolver de nuestros pensamientos, en recordar esos pequeños eventos que nos atormentan desde hace años, pero ¿qué sería de nosotros si no encontráramos cierto placer en el dolor?
Las multitudes nos aterran, nos sentimos mucho más vivos estando solos y no gustamos de hablar de nosotros mismos y llevar una marca perpetua en nuestro cuerpo no es una decisión sencilla. Contrario a nuestros opuestos, los extrovertidos que mucho hablan pero poco dicen, nos basta un pequeño símbolo cuyo significado oculto lo diga todo para nosotros. Es una historia íntima, un hecho, una fecha o una persona cuyo símbolo es revelado en nuestro cuerpo, pero cuyo trasfondo permanece entre nuestros lóbulos cerebrales, o quizá revelado sólo para aquellos afortunados. No importa cuánto insistan, el secreto siempre será nuestro.
Aquellos que tengan un gusto por la literatura encontrarán un tatuaje que les recuerde todo aquello que han aprendido de las viejas hojas de un libro.
Un gusto, una pasión o tan sólo el recordatorio de que todo lo roto puede coserse.
Pequeños detalles con grandes historias.
Frases que alientan a aquellos cuya mente nunca deja de girar.
Ante la pesadumbre de nuestro propios pensamientos, en ocasiones tenemos que recordarnos que lo importante es aquí y ahora.
Exploradas todas las posibilidades de la vida, y ante la inmensidad del universo, no dudaremos en recordar que somos hermosamente insignificantes frente a la todalidad.
Un discreto detalle.
La capacidad de expresar lo que se vive y se siente a través de símbolos.
No hay conflicto entre un diseño y la elegancia.
Los introvertidos entenderán que existen situaciones que sólo ellos sabrán, y que en ocasiones tienen que recordarlas para seguir adelante.
Discreto pero divertido.
El gusto por las líneas llevado al tatuaje.
La base del cuello es uno de los lugares más elegantes para colocar un eterno recordatorio de aquello importante.
La vida se trata de sufrir y gozar, de subir y bajar, de vivir para poder morir.
Números, fechas, recuerdos.
Una pasión plasmada en el lienzo humano.
La mística de otras culturas en tu piel.
En un lugar mucho más discreto pero que mantiene su importancia.
El detalle en el dedo cuenta una historia personal, que sólo será revelada a pocos.
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